Querido y fiel notebook, hace bastante tiempo que no te contaba lo que sucede... sabes, te tenia miedo porque tu lo haces publico todo y es un espacio para ser vulnerable ante los demás, pero hoy tengo algo más alegre que contarte.
Hoy por fin logro comprender a los bohemios o mejor dicho a los artistas trasnochados con aire puerto o de calles húmedas iluminadas por el alumbrado público, que en su paradogica vida encuentran esa pasión que descargan creativamente.
Soñe y fué hermoso.
Soñé y todo se sentía real y era intenso
no solo veía en mi mente,
sinó que también sentia en mi corazón.
Soñé y todo se sentía real y era intenso
no solo veía en mi mente,
sinó que también sentia en mi corazón.
Era una tarde justo al momento del crepusculo que en nuestro Santiago no tenia un color natural, tu sabes que no puedo definir bien los colores pero era algo como violeta que daba una sensación de tranquilidad y belleza a todo. Caminabamos por un parque con muchas hojas que se movian cuando los niños pasaban corriendo... hasta ahi todo parecia un sueño extraido de una pelicula, pero llegabamos a mi casa y subiamos a mi habitación... te comenté que me fastidia la vista desde mi ventana porque mi vecino nunca terminó su casa... pero tu me dijiste "... si estamos de paso, vamonos a nuestra casa donde veras las lucecitas de la ciudad"
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Aquella voz
mimadora, minima, maxima,
estremeció todo mi interior y desperté buscando aquellas lucecitas
mimadora, minima, maxima,
estremeció todo mi interior y desperté buscando aquellas lucecitas
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