no sabía que pasaba, porque la Coni y mamá estaban paralizadas, era nuestra mascota, la vieja y querida kuki (que tiene casi mi edad) que estaba en un estado crítico. El paso de los año es evidente en su cuerpo, casi sin ver y con poca escucha pensé que sería la última vez que la tendría en mis brazos. Era puros huesos, como no nos dimos cuenta de su deterioro, como, sin ganas de comer, ni de caminar, ni nada, pareciera que ya había cumplido su paso por esta vida. Entre lágrimas y mucho temor decidimos llevarla al veterinario, en donde está esta noche hospitalizada con suero y analgésicos. Sé que saldrás de esta amiga, pero me dejaste pensando muchas cosas.
Es cierto lo que dice Gandhi sobre los paises "Un país se puede juzgar por la manera en que trata a sus animales" pero esta vez aplicado a nuestra casa. Si bien la kuki ha recibido todos los cuidados que podamos darle, ha sido victima de la enajenación que el día a día provoca en cada uno, de la escaces de tiempo, del ir y venir. Más aún sobre la manera que nos relacionamos con los mayores, no los respetamos y cuidamos por afán humanitario o en este caso, animalista. A los ancianos los cuidamos porque nos han dado sus mejores años, nos han acompañado cuando más lo necesitamos y han sido parte sutil de que hoy seamos las personas que somos. Es por eso que merecen nuestro respeto y admiración.
También es verdad lo que dice el Encantador de Perros, "uno no tiene los perros que quiere, sino los que necesita", creo que si la Kuki está asi, es porque necesitaba esa señal. Sin mantener las proporciones, mis abuelos están entrando a una edad sensible... el otro día mi tata puso sus ojos llorosos al abrazarme y aveces uno tiene que hacer cuantas cosas que no tienen el valor comparativo de compartir con ellos.
Espero que te mejores fiel amiga,
Muchas gracias por todo los que nos has enseñado
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