Hoy fue el primer día de completo relajo despúes de tanto, pero tanto tiempo. El tiempo era ideal, corría una brisa fría y en el horizonte interrumpido por los edificios asomaba el crepusculo. Estaba en el centro, tenía tiempo -y ganas- para recorrer las calles que por tanto tiempo me acompañaron. Debo confesar que me agrada la ciudad, nací acá y estuve en estrecha relación con ella por seis años de mi vida.
En Bombero Ossa siguen los limpiabotas igual que siempre, el olor a cera me agrada pero me imagino lo fome que debe ser para ellos aguantar las tipicas conversaciones que les deben hacer los poco creativos ejecutivos del Santander. Allá en la equina está la Casa Matriz de ese banco que por las cosas de la vida terminó siendo mi banco y se ven personas trabajando... me pregunto que harán si el banco cierra a las 2.00 ? ufff... es tan genial volver a recorrer por ahi, recordar cuando hicimos al huevo preguntar por revistar porno para ver si pedían carnet o recordar las veces que iba la Kathy y comprabamos una casata en el Santa Isabel de Bandera -no sin antes hurtar las cucharas, solo por diversión. Ese comercio está bonito, ahora tiene un juego de luces simpático. La plaza de la constitución lucía genial... el otoño adornaba el césped y la escaza luz destacaba el blanco marfil del palacio. En Teatinos aún no arreglan la segunda t del edificio que está al llegar a huerfanos y en esa calle aun están los abogado fumando mientras esperan sus fotocopias, el café con piernas pareciera reproducir las mismas canciones y como es costumbre llegó el viagra a la farmacia de la esquina. El liceo uno está pintado, me había contado mi hermana pero no lo imaginaba tan feo, parece hospital. Termino el recorrido en plaza santa ana, es tan vivo el aire ahí. Encuentro lo que buscaba. Termina el viaje.
como dice el sabio cabezón.
mientras pasan los años, mas duces son los recuerdos
pd. las sincronías existen y suceden a cada instante
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