Creo que nunca había escrito desde mi sala crisol favorita pero en verdad tengo un malestar que no me permite tomar el excel y trabajar.
Mi casa es muy normal y me agrada, quizá por lo mismo me enoja y sobrecarga ya que no me gusta verla mal o dejarla caer.
Comienzo mis días con gran sacrificio, me cuesta despegarme las pestañas y levantarme, pero llego cada día a la universidad con un elegante atrazo. En el día tampoco es fácil pero junto energías durante el día porque me gusta lo que hago y con quienes lo hago. Sin embargo cuando llego a casa me duele, realmente me duele y me da mucha lástima ver que suceden las mismas cosas que tanto critico en la sociedad, ver que esa sociedad de consumo que mediante la televisión y las docrtinas absolutistas que no deberían llamarse religión oprimen a mis más queridos. A mi hermana la amo pero me averguenza ver como la caja tonta la tiene presa desde cierta hora hasta el anochecer. Es tierna, me cocina, aveces me escucha y corrige. Quizá por eso le perdonaba esa actitud, pero... no. no es bueno. El ambiente es grato y acogedor, pero sin soberbia y sin mirar en menos, muchas veces hace sentirme como pez grande en una pequeña pecera.
Er Pah dijo, que no puedo ser juez y parte. Pero no me cansaré de defender lo que creo bueno.
Los quiero. Espero que me entiendan.
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
0 piden la palabra:
Publicar un comentario