La mala suerte también sigue al bueno.

Sonó la sirena en mi cuartel y acudí en tu rescate
¡¿por qué quisieron incendiar tu hogar?!
aún pequeño y frágil te gustaba,

tu deberías haber elegido cuando mudarte.

No era la única emergencia,
en el sector 3A esperaba la ambulancia
y en la S95 detectives investigaban otra tragedia.

Nuestra vida es frágil pero no solo lo es porque podemos fallecer, lo es porque tenemos sentimientos y emociones, y tal como el sermón visto en el árbol de la vida, "La mala suerte también puede tocar la puerta del justo"

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