Oh Jehová, oye mi oración, escucha mis ruegos;
Respóndeme por tu verdad, por tu justicia.
Y no entres en juicio con tu siervo;
Porque no se justificará delante de ti ningún ser humano.
Porque ha perseguido el enemigo mi alma;
Ha postrado en tierra mi vida;
Me ha hecho habitar en tinieblas como los ya muertos.
Y mi espíritu se angustió dentro de mí;
Está desolado mi corazón.
Me acordé de los días antiguos;
Meditaba en todas tus obras;
Reflexionaba en las obras de tus manos.
Extendí mis manos a ti,
Mi alma a ti como la tierra sedienta. Selah
Respóndeme pronto, oh Jehová, porque desmaya mi espíritu;
No escondas de mí tu rostro,
No venga yo a ser semejante a los que descienden a la sepultura.
Hazme oír por la mañana tu misericordia,
Porque en ti he confiado;
Hazme saber el camino por donde ande,
Porque a ti he elevado mi alma.
Líbrame de mis enemigos, oh Jehová;
En ti me refugio.
Enséñame a hacer tu voluntad, porque tú eres mi Dios;
Tu buen espíritu me guíe a tierra de rectitud.
Por tu nombre, oh Jehová, me vivificarás;
Por tu justicia sacarás mi alma de angustia.
Y por tu misericordia disiparás a mis enemigos,
Y destruirás a todos los adversarios de mi alma,
Porque yo soy tu siervo.
Con brazos de amor me guiarás, mi esperanza en ti está.
Deseo amarte, por siempre buscarte. Eres mi todo Dios
Pero aún veo cosas que no están ahi, solo decido ignorarlas. Como una dieta de la mente, decido no ceder ante ciertos apetitos. Como mi apetito de patrones... quizá mi apetito de imaginar y soñar. |
No quiero ir más a la universidad, no quiero esperar más tiempo por el postre. Pero es inconsecuente pedir que colaboren con mi causa porque en muchas ocasiones hago lo malo y no colaboro; no me colaboro. Sin embargo la repetición de los movimientos llevará al juego perfecto, siempre.
Llegado a ese punto, será absurdo pensar en la capacidad de olvido para con el pasado, no es posible ocultarno y aunque no queramos estará ahi. Esperando que quieres decidir.
Cuando era niño me preocupaba el que mis papás se enojaran, trataba siempre de complacerlos y hacerles gracia. Ser un buen hijo.
En el colegio, me preocupaban las notas y estaba angustiado por no quedar en la carrera que deseaba aunque pedía solo 650 puntos. Me preocupaba mi vida social, era vanidoso, trataba siempre de mantenerme "popular".
En mi vida política me perturbaba la idea de fallar en un discurso o conjugar mal un verbo, que se me bajara un invitado o que no gustara mi columna a los viejos momios.
Hace un tiempo me entregué como cordero al Banco Santander, y como joven con sentimiento de inmortalidad me endeudé, le temí a eso también pensaba que debería ilimitado dinero y nunca podría salir a la normalidad.
En verdad, a nada temo.
Siempre soy yo y el mundo, y el gran perjudicado seré yo.
Pero hoy me preocupo.
Hoy lo único que me preocupa eres tu.
Solo tu.