buen samaritano hoy

Probablemente al leer la biblia uno podría pensar que todo lo narrado es historia y que difícilmente sucede en los días actuales. Claro, antes la gente andaba a camello y hoy se mueve en autos. Sin embargo de regreso a Santiago luego de vivir los trabajos que organizó la agrupación en donde participo en Tierra Amarilla, pude apreciar como una parábola dicha hace 2000 años sigue sucediendo de la misma forma.

La parábola del Buen Samaritano narrada en Mateo 10:25-37 nos cuenta como hay hombres que aún teniendo los medios son insensibles ante la necesidad del prójimo, en contraste a la ayuda que le brinda un desconocido, que en esos tiempos podría haber sido hasta su enemigo.

Tal como fue contada sigue sucediendo: Trabajamos en la comunidad de Los Loros, la más pobre de Tierra Amarilla. En ella, la mayoría de los habitantes viven en tomas, se dedican a la pequeña minería y a labores de temporada. Sus hijos son socialmente vulnerables, muchos ya han sido flagelados por la droga y su máxima aspiración es completar el 8° básico, en una escuela de precarias condiciones.

Este poblado queda camino a una de las minas más productivas del país, Pascua Lama. Está inserto en uno de los valles más productivos del norte chileno. Sin embargo todos pasan sin percibir el dolor y la desesperanza de sus habitantes.

Llegamos a inyectar energía en el poblado, pero de regreso a Santiago y motivado por la triste noticia de los 350 nuevos pobres, me cuestiono como somos con aquella realidad en la capital. Y tal como lo eran en Tierra Amarilla somos igualmente insensibles, no nos compadecemos del indigente ni hacemos algo por quienes reciben sueldos indignos.

La historia nos ha puesto la gran responsabilidad de encarnar los anhelos y sueños que ellos han perdido para depositar nuevamente el brillo de la esperanza en sus ojos. Ellos no pueden esperar.

(no) fue lo correcto


tenía un mar de ilusiones que se perdió como ola que entra en la arena: mi vida era llena y no había lugar para otra cosa que no fuera construir nuestro Castillo. Todos los días pasábamos horas en el y cada vez eramos más ambiciosos con su diseño, ¡Que hermoso nos quedaba!. Cuando alguna marejada le afectaba, no descansábamos hasta volver a construirlo... nunca le tuvimos miedo al mar, el que fuera más grande que nosotros solo nos llenaba de pasión y rebeldía.
Pero el mar nunca se cansaba pero mi rebeldía si -"no importa, mañana lo arreglaré, solo debo esperar a que baje la marea"- sin darme cuenta el Castillo se había desmoronado y atrapada en sus paredes se llevó a su reina.
Aquel día la luna brilló más fuerte que nunca mostrando al desnudo la soledad, todo había cambiado para siempre.

Sin ti hoy no sabría reconstruirlo,
me rindo, lo siento




Familia y Educación

Publicado por Nicolás Vallejos en Contexto Jóven de Diario Financiero

“Nuestro sistema no da una educación de calidad…este es el verdadero y mayor escándalo de la sociedad chilena, del cual se ha hablado mucho para denunciarlo, pero se ha hecho poco para corregirlo”. Con estas acertadas palabras en su cuenta anual, el Presidente de la República, Sebastián Piñera, comenzó a hacer mención y a detallar parte de las 15 propuestas que se plantearon para corregir este gravísimo problema.

Como movimiento estamos muy contentos con las propuestas anunciadas: creemos que si son implementadas correctamente, comenzarán a producir los cambios que tanto hemos esperado y por tanto tiempo. Pero estamos conscientes que no basta con el esfuerzo de gobierno, pues un buen sistema educativo requiere la participación activa de la comunidad y específicamente de los más cercanos: la Familia.

En el mejor modelo educativo a nivel mundial, el finlandés, la familia es considerada uno de los ejes centrales de sus resultados. En ella los estudiantes son corregidos y formados rigurosamente, pero también acogidos y motivados con entusiasmo cuando caen. Esto no debe confundirse con el capital cultural que se transmite al alumno, pues este es un capital emocional para el cual no se requieren conocimientos formales ni recursos económicos.

En Chile, hay iniciativas que buscan fomentar este capital emocional. Las encontramos en varios colegios particulares y emblemáticos, entre ellos el Instituto Nacional. Allí se denomina “Escuela para Apoderados” y busca suplir las falencias que pudieran tener los apoderados y alinearlos con el objetivo de la escuela. Así se logra que los docentes logren hacer sinergia con quien es responsable del alumno (padres, abuelos o tíos) y, como vemos en los resultados, estos mejoran considerablemente.

Medidas simples como ésta podrían mejorar la calidad educacional considerablemente. Debemos ser creativos y eficaces y siempre recordar que nuestro objetivo no es ganar más puntos para el gobierno de turno o subir en los rankings internacionales. Nuestro objetivo es superar la pobreza a través de una educación de calidad que reduzca las desigualdades y que nos permita llegar al desarrollo.

pensé que sabías

- Tenemos que irnos
- Entonces vete
- Me voy. Yo no pensé que eras loca, andar contigo era repugnante.
- Me gustaría quedarme.
- Me gustaría haberme quedado también.
Fue ahora, que me hubiese gustado quedarme.
Me gustaría haber hecho un montón de cosas.
Me gustaría tener... Me gustaría haberme ...quedado.
...Me gustaría.
- Cuando yo decidí. Y tú te habías ido.
- Yo salí. Salí por la puerta.
- Por qué ?
- Yo no sé. Me sentía como un gatito asustado, era como... quedé confuso, no sé.
- Estabas con miedo ?
- Si. Pensé que sabías eso de mí.
Volví para jurar que iba a intentar superar mi humillación, creo.

Lo importante son los estudiantes

Publicado por Nicolás Vallejos en Contexto Jóven de Diario Financiero

El primer cuidado de los legisladores ha de ser la educación de la juventud, sin la cual no florecen los Estados: con esta cita de Aristóteles, Fray Camilo Henríquez iniciaba las bases para la creación del Instituto Nacional. Hoy, 198 años después, vemos con mucha alegría que la escuela cuyo objetivo era “dar a la patria ciudadanos que la defiendan, la dirijan, la hagan florecer y le den honor”, se mantiene como el gran bastión de la educación pública. Sin embargo, con tristeza constatamos como algunos legisladores no entienden las palabras de Aristóteles y desconocen el arduo trabajo de una comisión que por dos años preparó esta ley, traicionan también el mediático “acuerdo nacional por la educación” e incluso sus lealtades con el anterior gobierno para postergar una vez más la educación de los más necesitados.

La ley que se discutió ayer en la Cámara de Diputados tiene un noble espíritu: se propone recuperar la educación de calidad para quienes más lo necesitan con el objetivo de mejorar la equidad del sistema educativo y también de la sociedad. Lo anterior se logrará mediante la supervisión del uso de recursos públicos, nuevos estándares de calidad y una arquitectura del sistema educativo entre otros.

Inevitablemente esta revolución tendrá sus costos y estos no solamente son materiales. Esto lo debieran entender principalmente el Colegio de Profesores y los funcionarios que ven sus propios problemas. En esta área es necesario que el gobierno se mantenga firme en sus planteamientos y esté del lado de los estudiantes. La ley y el mejoramiento de la calidad educacional es un anhelo largamente acariciado que no puede seguir esperando, porque son demasiados los retrasos, malos resultados y promesas sin cumplir, que se han acumulado tristemente durante mucho tiempo.

Cada año perdemos alumnos que tienen las capacidades, pero no se les han entregado las herramientas para poder educarse. Inevitablemente estos se pierden y no tiene otro nombre que injustica. Sin embargo, nadie es responsable de esto, pocos advierten la necesidad de mejora y casi nadie los ayuda: para esto es esta ley y es por eso que la necesitábamos ahora.

vaso medio lleno, vaso medio vacío: vaso trizado

tu partida más que cambiar las apreciaciones ha cambiado mi sistema completo, ni con la mejor imaginación y voluntad podría hacer ver este vaso lleno pues al dejarte partir ha quedado una grieta por la cual se fuga todo lo que te pertenecería.

te he soñado, te he vivido: tendré el valor para traerte a la vida?