Nicolas Relativista Moral Vallejos

En las tertulias conservadoras a las que regularmente asisto siempre se tocaba el tema, eran palabras foráneas... pero lo encontraba algo espantoso: Como podían haber personas así.







No me dí cuenta y ahora soy parte de ese problema en toda su dimensión, es lo que me está trayendo todos los problemas de mi vida contemporánea (y algo me dice que continuará afectando). ¿Por que no puedes tomar decisiones fuertes e irrevocables? en verdad no lo sé, la evidencia empirica me dice que daña a todo mi entorno y que me está dañando. Pero no lo podría hacer de otra manera, es que mis amigos morales no se tienen mucha buena onda que digamos, es que se siente tan bien todo eso que dicen que hace mal, es que soy tan orgulloso, soy tan científico que no me conformo con lo que dicen y quiero morir en el intento.

Me he vuelto tan relativista que si antes criticaba a la juventud por su conformismo, hoy quiero sufrir, drogarme, cortarme... porque soy adolescente. Eso de ver la vida por los ojos de los demás es mentira, aunque lo intentaba imaginar no me lograba aproximar a lo que se siente, pero precisamente no me siento así, el problema no soy yo... eres tu, si... no es un chiste creeme.

Este limón no creo que dé mas jugo...
Quiero vivir, pero le temo a las apuestas y por cierto...
le temo mucho a Nicolas

1 piden la palabra:

patricio mujica dijo...

el problema habitualmente parte en uno mismo, estimado. la sabiduría estriba en estar consciente de ello, y usarlo para enfrentar las preguntas que uno se está haciendo de manera constante. hay algunas que son más fáciles de contestar que otras, y a veces es bueno partir por ellas porque uno puede tomar decisiones a partir de esas respuestas. esas mismas respuestas a veces son el empujoncito que uno necesita para atreverse con preguntas más difíciles. la vida se trata de eso, nicolás. ser ese relativista moral no te protege de las dudas y del tormento que a veces eso implica, y me imagino que ya lo sabes. creo que uno nunca puede (y no necesariamente debe) adoptar una posición radical, estricta e inflexible frente a las cosas, porque la vida no es en blanco y negro, y la tensión que eso genera no vale realmente la pena. para mi gusto es mejor observar, callar y digerir de a poco; conversar con la gente de confianza y buscar, entre todo el océano de posibilidades, la coordenada a la que uno pertenece. esa búsqueda, insisto, toma tiempo, pero te va construyendo como hombre, como persona, al punto que te vas haciendo de a poco una idea de lo que la justicia es realmente, y entonces el relativismo se termina convirtiendo en una relación que balancea la justa medida de lo objetivo y lo subjetivo. pero esa es mi visión de las cosas nomás.

en términos prácticos (y acá hablo desde la propia experiencia), lo que quiero decir es que no está mal que te desdigas de juicios anteriores, porque si hay una razón detrás de esa "inconsecuencia" significa que (casi científicamente) ahora posees datos de los que no disponías antes (y he aquí mi razón para ya no ser más un fundamentalista de muchas cosas). asimismo, tampoco está mal que quieras hacer cosas que "no deberías". el punto es que si tomas la decisión de hacerlas, tienes que saber por qué y para qué las estás haciendo, porque el sinsentido es realmente lo único que puede nublar la inteligencia humana. y eso ocurre con demasiada facilidad. punto extra: es infinitamente triste.

el único temor que existe es a lo que no se conoce. cuando uno duda de sí mismo es porque hay preguntas que responder, y me imagino que hay un nicolás dentro del nicolás que todos vemos, y que está diciendo: oye, wn, tienes que venir a darte una vuelta por acá, porque me estoy pudriendo. no permitas que eso se pudra, aunque te lleve 25 años.

un abrazo.