Crisis en educación pública: del diagnóstico a la acción

Por Nicolás Vallejos*

Terminamos cada año haciendo este diagnóstico cuando se dan a conocer los resultados de la PSU (la misma que el Banco Mundial y la OCDE sugieren estudiar). Al volver de vacaciones lo recordaremos con la publicación de los resultados del SIMCE. Los medios muestran a la ciudadanía la enorme brecha que hay entre la educación municipal y la particular, luego los centros de estudios publican informes que respaldan lo anterior. Pero pareciera que la clase política se ha hecho inmune a esta realidad, ya que ni los parlamentarios ni la ministra han orientado su trabajo y sus prioridades para mejorar la educación que reciben los niños y jóvenes del país, especialmente los más necesitados.

Desde 2006 cuando la “Revolución Pingüina” se rebeló contra esta crisis, se ha avanzado en proyectos que van en buen camino, como lo es la Ley General de Educación: ella pone estándares mínimos, reconoce la importancia de la autonomía y la necesidad de modernización, entre otros. Sin embargo, y a pesar del acuerdo político de todos los sectores, algunos proyectos importantes (como el de mejoramiento de la educación pública) duermen en el Congreso y se han desempolvado solo para hacer guiños políticos.

En JóvenesxChile estamos consientes que aunque las modificaciones al marco regulatorio son un avance, no producen el cambio que necesitamos en las aulas. Es por eso que entre nuestras propuestas están aquellas que ponen el foco en mejorar la experiencia educativa, el día a día de los niños y jóvenes de Chile. Para eso necesitamos un aumento masivo de recursos financieros y dotar a las escuelas de profesores y directores de nivel internacional.

No es coincidencia que los colegios particulares logren mejor rendimiento, si en promedio invierten 6 ó 7 veces más recursos que los municipales, lo que les permite contar con los mejores profesores de nuestro pequeño y poco competitivo mercado. Esos colegios además cuentan con la planificación, visión y soporte que le da una buena dirección local.

Esta semana, junto a la publicación de los seleccionados por las universidades del Consejo de Rectores, muchas familias de escasos recursos han comenzado sus vacaciones más tristes, ya que si sus hijos no eran aceptados perdían su única oportunidad de subir al ascensor social. Los acuerdos técnicos y ciudadanos están claros, no podemos seguir conformarnos año a año solo con el diagnóstico, es urgente redefinir las prioridades de las autoridades en acciones prácticas que permitan el mejoramiento efectivo de la educación para los más necesitados. De lo contrario, el próximo año estaremos hablando el mismo tema y con los mismos resultados. Sería, nuevamente, lamentable.


* Presidente de JóvenesxChile y estudiante de Agronomía UC
(Publicado en tribuna libre del Diario Financiero, Enero de 2010)

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