cumpleaños feliz

Es bastante agradable estar de cumpleaños, las personas que te quieren -o tienen facebook- te saludan y si te encuentras con alguno de ellos te darán un abrazo apretado deseándote "que se cumplan todos tus deseos", los más frívolos te dirán "carretea harto" o los más religiosos te dirán "que tengas muchas bendiciones". Por el lado materialista te regalan los chocolates que comerás durante el año y tus tías renovarán tu stock de calcetines.


En mi hogar hay múltiples rituales casi de corte republicano, papá en algún momento del día dará una arenga motivadora que te incentiva a seguir adelante, cuando termine los demás también lo harán y como a la mamá ya le han pasado sus años se emocionará al borde del llanto.

Sin lugar a dudas es un día especial, pero este año fue más especial de que creía. Por un lado fue mucho más escueto de lo que esperaba pero lleno de mucho más afecto individual que otras veces, no es tener una balanza de lo querido que uno se siente, pero debo confesar que soy una persona con vocación ermitaña y que nunca he encajado en grupos más grandes. Sin embargo extrañe aquel gran peso que mueve el balance.

Lo más peculiar fue terminar fuera de la casa con la luz de todo Chile cortada en una conversación muy gratificante, bajo la luz de las estrellas contando cuantos pasos se han avanzado y cuantos se han retrocedido. Siento que fue un cumpleaños especial porque aunque toda la vida seré hijo de mis padres en algún momento la simetría es más notoria y ha llegado.

Como la cuenta anual que el Presidente da ante el Congreso pleno, sentí que he avanzado en muchas áreas pero gracias a sacrificar mucho mi interior, a pensar en un futuro prometedor que no se disfruta el día a día y tal como la economía se ajusta a lo optimo creo que estoy un poco lejos de ella.

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