Belfor tenía razón, no estaba tan loco después de todo y su enseñanza da frutos muchos años despúes. El decía que gran parte de los europeos eran más sabios y desarrollados pues las guerras los habían hecho fuertes, porque el clima les jugaba en contra, porque daban la cara a los problemas. También decía que por eso los negros no surgían... porque en el caribe todo se da fácilmente y no se preocupan de mejorar las cosas.
Me he hecho la vida complicada de puro gusto. Si antes me gustaba cargar con los problemas de otros... quiero anunciar que me independicé y ahora me hago los míos. Tengo una herida mortal que me cuesta cargar y cada traspié demuestra que fue lejos la peor herida
A veces me quiero, a veces me odio, pero hoy hasta es tan obvio: “Quiero ser otro”.
No soy un cliclista furioso ni tampoco pienso salvar al mundo evitando emitir CO2. Solo quiero declarar que viajar en mi Gladys es lo máximo.
Andar en bicicleta es una de esas pocas cosas que puedes hacer en soledad perfectamente. Puedes vivir la experiencia a tu antojo, tomar los atajos que desees, parar o apurarte o hasta bajarte cuando quieras. No necesitas complices, no necesitas dinero, no necesitas darle explicaciones a nadie. Es por eso que cuando quieres estar solo -pero que no se note demasiado- el mejor vehículo de escape tiene dos ruedas.
Lo mejor de la bicicleta es que tu cuerpo pasa a ser la medida de las cosas. Recuperas tus sentidos y rompes la insensibilidad producida por el rugir monopólico del acelerador. Hueles, ves y tocas la ciudad, esa misma ciudad plana que ves pasar por la ventana del auto ahora es tridimensional y lo mejor es que tu estás dentro de ella.
Aquella novia primera la que estrenó el alma mía, ella, de alguna manera es mi novia todavía. Revive un tiempo que fuera, tiempo de amor encendido y no recuerdo siquiera, si la quiero o la he querido.
Aquella novia primera me regaló el primer beso y las primeras ojeras y los primeros excesos. ¡Amaneciendo desvelos con el color de su nombre, hice a mi orgullo, relevo al recibirme de hombre!
Por esa novia primera abandoné la pandilla, inauguré las esperas y multitud de espinillas. Dejaba todo por verla y ella, coqueta sabía que yo con tal de tenerla conmigo, todo valía, desde faltar a la escuela a la mayor cobardía.
Aquella novia primera nunca ha querido dejarme. Ahora se ha vuelto quimera y anda rondando mi calle. Tiene una cinta en el pelo, tiene un vestido de flores, sobre sus ojos el velo de un viejo tiempo de amores.
Aquella novia primera es la que todos tuvimos, que nos dejó en la frontera de lo que tanto quisimos. ¡Tormentos de adolescencia, que se adolecen andando! ¡Tributos a la experiencia que hay que seguirlos pagando!
Cuando ya va el calendario anestesiando la vida con frustraciones y horarios, con ambiciones suicidas. Uno se acopla al rebaño, uno se vuelve más lerdo y abundan los desengaños y sobran los desacuerdos. Cuando más pasan los años, saben mejor los recuerdos.
Aquella novia primera la que estrenó el alma mía, ella, de alguna manera, es mi novia todavía.
¡Amor primero que vuelve, porque nació en primavera! Por eso nunca se muere, aquella novia primera.
Con la presentación del primer colegio de excelencia, el país ha recibido el regalo más significativo de su aniversario. Quizá no sea tangible como los grandes edificios ni capture la atención como recientes espectáculos, pero estos colegios se perpetuarán en el tiempo como lo hacen las grandes obras que hoy aún disfrutamos.
Vendrán opiniones que desestimen la efectividad de estos establecimientos diciendo que no solucionan el problema en la calidad de educación. Debemos recordar que otras medidas -como los incentivos a las pedagogías, aumentos en las subvenciones preferenciales y reformas al sistema de gestión- apuntan a mejorar el sistema en su totalidad. Pero mientras ellas avanzan, no podemos seguir permitiéndonos perder año a año estudiantes que tienen las capacidades, pero no se les han entregado las herramientas para poder educarse.
El problema en educación es un círculo vicioso y las medidas antes señaladas buscan romperlo en algún lugar.
Los colegios de excelencia vienen a llenar de esperanzas a los jóvenes y motivarlos a realizar un estudio de calidad, dándoles la seguridad de que su esfuerzo será reconocido y que no se permitirá la injusticia de desperdiciar su potencial. A su vez, para el país queda la esperanza -como la que tuvo Camilo Henríquez cuando fundó el Instituto Nacional con el objetivo de "dar a la patria ciudadanos que la defiendan, la dirijan, la hagan florecer y le den honor"- que de aquellas aulas egresen los líderes que concluyan la transición hacia un país mejor.
Publicado por Nicolás Vallejos en Contexto Jóven de Diario Financiero
En septiembre, hace 200 años, se dio inicio al proceso que lograría dar a nuestro país independencia total desde la Corona española. En aquella oportunidad la ciudadanía exclamaba "¡junta queremos! ¡Junta queremos!". Dentro de ellos, uno de los más fervientes juntistas era Toro y Zambrano, quien con sus 83 años se encargaría de presidir la Primera Junta Nacional de Gobierno.
Sabemos bien que este hito sólo sería el inicio de un difícil y arduo camino, también sabemos que son otros los héroes que llevarían a la independencia a nuestra patria. Héroes llenos de ideales, energía y patriotismo. Héroes jóvenes que en conjunto promediaban menos de 30 años de edad.
En el Chile del Bicentenario, durante los últimos años hemos visto una escalada de la participación juvenil en distintas áreas de la sociedad civil. Hace ya cuatro años se inició con la revolución pingüina, continuó con el fuerte aumento de los grupos de voluntariado y especialmente en este año los jóvenes han respondido a las circunstancias. Ante el terremoto fuimos quienes ayudamos a superar la emergencia, ante la desigualdad en educación somos quienes van al rescate de los estudiantes más vulnerables atendiendo el llamado del Servicio País en Educación y durante la semana recién pasada fueron los jóvenes, quienes a través de la presión ciudadana, lograron que el presidente acordara la reubicación de la termoeléctrica Barrancones.
Sin embargo, todo el entusiasmo y entrega no siempre se refleja en acción a la hora de hacer política, pues en este camino aún hay grandes muros que impiden nuestra participación. Debemos corregir esto, ya que para hacer política de calidad se requiere a los mejores, sin importar su origensocial, regional o religioso, pero por sobretodo sin hacer prejuicios hacia nuestra juventud.
Los jóvenes estamos preparados para servir a Chile. Estamos totalmente agradecidos de los grandes servidores públicos que lo han llevado hasta el lugar donde está hoy, pero estamos muy ansiosos de ser el relevo y los responsables de llevar al país a una nueva independencia. Una independencia de la pobreza, la desigualdad y el subdesarrollo, para concluir este segundo proceso y como nuestros héroes poder gritar ¡Viva Chile, mi joven Patria!
Nací un 14 de marzo en 1991 en una clínica de Santiago. Tengo una madre que me entendía hasta que llegué a esta edad, un papá que es arquitecto colaborador de mi vida con su anormal manera de ver la vida que lo hace tan especial como yo, y también una hermana que quiero mucho. También tengo dos perritas, pocos amigos pero buenos. Estudio en el Instituto Nacional, del cual quiero irme ya a vivir la vida universitaria pues aunque lo amo, me tiene harto. Saliendo de ahí estudiaré Agronomía (creo) para trabajar en el sur, tener una gran familia y animales, para luego volver a ser alcalde de mi Macul querido. No toco ningún instrumento, menos canto y menos hago deporte y además bailo mal. No puedo decir que no y siempre andaré con esa sonrisa de político en campaña. Amo la comida china-italiana--peruana-gringa-TODA!, Amo los atardeceres, la tecnología, las flores, las nubes, la conversación, leer el mercurio, las estrellas. Pero es difícil ser amado por mi porque me cuesta transmitir mis sentimientos y hay veces que pierdo detalles que no permitiría que hicieran conmigo. Mi vida es multifacética pero con un mismo YO en todas…